Nunca sabrás quién fui (2020)

Álex, joven periodista milenial contratado por una revista digital madrileña de ultraizquierda, acepta el reto de hacerse pasar por quien no es a cambio de no preguntar por qué, subyugado por una venezolana explosiva de carácter, que le dobla la edad, y una suma de dinero mensual incapaz de reunir él en todo un año. Debe abandonar Madrid, adaptarse a un alto ritmo de vida en un apartamento de lujo en Sevilla y entablar, sin la presión de ningún plazo, una amistad sincera con Dan, un empresario treintañero de familia bien, introvertido y de un físico que algún día debió ser tan atractivo como el suyo, el de un Álex que sabe utilizarlo sin falsas modestias. Ni Dan ni nadie debe saber nada.
Sus anhelos de novelista se deslumbran ante esa vida que le regalan, en la que se va haciendo a una ciudad fascinante con la billetera llena. Todo rueda. Dan y su entorno se van volviendo imprescindibles y la venezolana baja a disfrutar de él cada cierto tiempo. Él decide narrarlo sin delatarse ni delatar. Estructurar su gran novela iniciática, contagiado tanto por su arrojo como por el fascinante mundo que Dan le permite vislumbrar. Se mimetiza con una ciudad hedonista; seduce y se deja seducir, lee mucho, se patea cada bar, se propone reportajes, corre por sus parques, observa la creciente galería de personajes que, apasionados, le van abriendo puertas. Hasta que un día, tan temido como ineludible, su amante americana le sube la apuesta. A doble o nada. Retirarse es volver con dinero a su agujero de Madrid, aceptar es jugarse el cuello a cambio de una novela que ya no sabe abandonar.